Algunas cosas que quieres saber sobre el punto G femenino

punto G femenino

Por más de que no se tenga muy bien definido, seguramente alguna vez has escuchado hablar del famoso “punto G”. El punto G es una zona en el interior de la vagina de la mujer, muy cerca y a la altura del clítoris, justo detrás de la pubis.

punto G femenino

Si bien el clítoris es una de las zonas más sensibles y placenteras de la mujer, lo cierto es que el punto G femenino llega a ser el lugar donde al estimularse el área las chicas pueden llegar a tener orgasmos increíbles.

La estimulación correcta de esta zona es para los hombres una curiosidad muy grande, y que muchos no conocen. Para hacerlo tan solo constaría de higienizar y lubricar un dedo y de esta forma comenzar a estimular el interior de la vagina de la mujer. Sin embargo, a todas las personas les gusta mucho el acto de la penetración, pero al ser el pene un órgano menos hábil que el dedo índice, puede que el hecho de llegar al climax se vea más retrasado. Es por ello que muchas parejas les gusta practicar diferentes posiciones que produzcan diversas sensaciones distintas para así saber cuál es la forma adecuada de alcanzarlo.

El punto G femenino no es algo perdido dentro de un agüjero negro, y no es un tesoro por el cual pasaremos mucho tiempo sin encontrarlo, si practicamos el misionero o la posición del perrito seguramente demos rápido con su ubicación solo será una cuestión de unos minutos conocer los cuerpos. Lo importante es saber que si estimulamos correctamente la zona las mujeres pueden llegar a tener orgasmos muy intensos llegando en algunos de los casos a tener una eyaculación femenina.

No se trata de ninguna anomalía de la mujer, ni de orina, ni de un flujo extraño. Ellas también eyaculan y es producto de haber pasado el tiempo indicado y la forma correcta de estimulación de esta área. Así que si sucede con tu pareja, ¡enjoy! Le han dado en el clavo. No obstante es muy importante que los dos estén relajados, y que el encuentro del punto G femenino sea un acto natural y no una misión para hacer. Si el cuerpo de nuestra pareja se estresa o sufre alguna incomodidad no habrá posibilidad valida alguna de que ella pueda sentir placer. Lo recomendable es empezar por el dedo, y después dejarse llevar.

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