Tráfico de uniformes de azafata causan furor y conflicto en Japón

Azafata japonesa

Los japoneses aman a una mujer en uniforme. El problema es el causado a una prestigiosa aerolínea nipona.

Japan Airlines (JAL) trata intensamente de evitar que los uniformes de sus azafatas sean vendidos a clubes de toque sexual en el país.

Al conjunto del blazer y la faldita es altamente requerido en los clubes, donde las bailarinas que juegan con el estereotipo de la «azafata ardiente» pueden hacer rentables jornadas, llegando el fanatismo a crear incluso escenografías que parecen cabinas de avión.

«JAL tiene la reputación de tener muy bellas aeromozas» explica la fotógrafa Joan Sinclair, autor del libro «La Caja Rosada: Dentro De Los Clubes Sexuales Japoneses».

Según él, los uniformes se venden de a miles: «si son originales y genuinos, ya son de elite; de hecho si fueron utilizados por una azafata real y hay una fotografía para probarlo, eso ya es un trato premium».

JAL se declaró en bancarrota en enero y anunció despidos masivos esta semana, lo cual significará que habrán muchos uniformes sin utilizar y ex empleados en busca de dinero.

Sin embargo, al parecer las prendas de ropa están serializados y tienen a gente dedicada exclusivamente a hacerles un seguimiento.

Por otra parte, se plantea que los uniformes de azafata de segunda mano también son un riesgo en la seguridad de las aerolíneas.

Cuando alguien intentó vender un uniforme de JAL en Internet en 2005, la aerolínea pagó más de dos mil dólares para evitar que quedara en manos ajenas.

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